¿Por qué diversificar más allá de la banca?
En los últimos años, el sistema financiero español ha vivido una concentración bancaria sin precedentes. Donde antes existían decenas de entidades bancarias activas, hoy operan unas pocas entidades con un enorme poder de negociación frente a las empresas. Esta realidad, unida al endurecimiento regulatorio tras la crisis financiera y las posteriores como la del covid, ha hecho que muchas compañías se enfrenten a un acceso más limitado, lento y costoso al crédito bancario.
Además, las turbulencias en los mercados financieros —como subidas de tipos, incertidumbre internacional, tensiones bursátiles o inflación— suelen impactar directamente en la fluidez del crédito bancario, reduciendo su disponibilidad justo cuando las empresas más lo necesitan.
Por eso, hoy la financiación alternativa no es una opción de emergencia, sino un complemento estratégico. Permite diversificar riesgos, asegurar el acceso a recursos en distintos escenarios y ganar independencia frente a un único canal.
Y lo mejor: ha dejado de ser residual. La Ley 5/2015, el impulso del BCE y el desarrollo de un mercado de financiación no bancaria más profesional y competitivo han consolidado un abanico de opciones muy válidas para pymes y empresas de todo tipo.
Canales principales de financiación alternativa
Los canales de acceso a la financiación altentiva hacen referencia al tipo de proveedor financiero. Podemos encontrar estos canales:
- Plataformas de financiación participativa (PFP): Operan online bajo regulación de la CNMV y permiten obtener financiación mediante crowdlending (préstamos) o crowdfunding (capital). Son una alternativa ágil, que no consume CIRBE y puede ser ideal para financiar proyectos concretos o cubrir necesidades puntuales de liquidez. Además, permiten dar visibilidad al proyecto frente a una comunidad de inversores cada vez más activa, aunque la mayor parte del fondeo proviene del ámbito institucional y no de inversores particulares.
- Fondos de deuda y direct lending: Aportan financiación directa sin pasar por bancos. Son adecuados para operaciones más estructuradas, de mayor importe o de financiación del working capital. Pueden adaptarse a las necesidades específicas de cada empresa (estructuras bullet, carencias, subordinación) y negociar condiciones más flexibles que las que ofrece la banca tradicional, especialmente en procesos de crecimiento, internacionalización o M&A.
- Capital riesgo y private equity: Inversores profesionales (business angels, fondos de venture capital o private equity) que aportan capital a cambio de una participación, ideal para empresas con planes de crecimiento o innovación. Además del dinero, aportan valor estratégico, conocimiento sectorial y red de contactos, lo que se conoce como smart money. Son clave en fases de expansión o escalado, aunque implican dilución y cierta cesión de control.
- Financiación pública y avales SGR: Programas como Enisa, ICO o CDTI ofrecen préstamos a largo plazo con buenas condiciones. Las SGR pueden avalar operaciones para mejorar su accesibilidad. La financiación pública suele tener tipos reducidos, largos periodos de carencia y plazos de amortización que se ajustan a la realidad del proyecto. El aval de una SGR puede abrir puertas incluso en operaciones con riesgo percibido elevado o a empresas de reciente creación.
- Mercados de capitales (MARF y BME Growth): Permiten a empresas más consolidadas emitir deuda o acciones y captar fondos directamente de inversores institucionales. Suponen un paso hacia una mayor profesionalización financiera, mejoran la imagen de solvencia ante proveedores y clientes, y permiten captar recursos a mayor escala con costes cada vez más competitivos. También preparan a la empresa para futuros procesos de expansión o salida al mercado regulado.
Productos destacados de financiación alternativa
Dentro de estos canales, hay productos concretos con los que complementar y diversificar las operaciones financieras, las opciones son muy amplias:
Préstamos no bancarios
- Públicos (Enisa, ICO, CDTI, etc.): numerosos organismos públicos, tanto de ámbito estatal como de ámbito autonómico o regional ofrecen préstamos a corto y largo plazo para liquidez, inversión, crecimiento o internacionalización. También existen opciones de préstamo para empresa de reciente creación, algo que sería imposible conseguir a través de bancos. La gran ventaja de los préstamos públicos es que tienen condiciones económicas mas ventajosas y plazos de amortización más largos y adaptados a la realidad del proyecto, así que encajan a la perfección con las necesidades de cualquier tipo de empresa. En punto débil de los préstamos públicos es el proceso de financiación, en general es largo, tedioso y cargado de burocracia, lo que dificulta en ocasiones el acceso a este tipo de fondos.
- Crowdlending: se trata de préstamos contratados a través de plataformas de financiación participativas (PFP), entidades que ofrecen préstamos a empresas gracias a la aportación de una comunidad de inversores a través de una página web. Son entidades reguladas por la CNMV y muy activas en el ámbito empresarial. En ellas es posible conseguir tanto préstamos de circulante como préstamos para inversión y son especialmente activas en el sector inmobiliario y el de eficiencia energética. Son un complemento muy bueno para la financiación bancaria con la ventaja de que no consumen cirbe.
- Fondos de deuda: existen muchas opciones de préstamo a través de fondos de inversión, ya sea para necesidades operativas de corto plazo como para invertir en activos o desarrollar un plan de crecimiento o expansión internacional, los fondos de inversión son muy activos en el ámbito de empresas medianas y grandes y ciertamente consolidadas en el mercado o en empresas de reciente creación con altas expectativas de crecimiento. El abanico es realmente amplio, aunque la oferta muy heterogénea y dispersa.
Financiación de activos
- Leasing: es un contrato de arrendamiento financiero en el que existen opción de compra sobre el bien financiado, no incluye su mantenimiento y tiene ventajas fiscales ya que permite la amortización acelerada del activo, reduciendo el beneficio y el impuesto de sociedades. Queda contabilizado en balance como deuda a largo plazo y prácticamente siempre consume cirbe.
- Renting: se trata de un contrato de alquiler sobre cualquier activo, con un coste financiero, que la empresa puede explotar y adquirir en propiedad al finalizar el contrato. Esta posibilidad de adquisición se pacta en un documento a parte del contrato y no en el mismo, hecho que lo diferencia del leasing. El renting puede incluir o no el mantenimiento del activo, algo bastante habitual para determinados bienes como vehículos o sistemas informáticos. La gran ventaja del renting es que no se computa deuda en el balance ni en cirbe, así que se mantiene intacta la capacidad de financiación de la empresa.
Leaseback / rent-back: permite obtener liquidez inmediata sobre un activo propio sin dejar de utilizarlo.
Financiación de circulante
- Descuento de pagarés: el proceso de admisión del riesgo se basa únicamente en el rating del deudor, lo que facilita el acceso a empresas con dificultades de financiación a través de bancos. El proceso de análisis, formalización y recepción de fondos es muy rápido y no es necesario tener una cuenta corriente con el proveedor financiero ni contratar productos vinculados.
- Factoring: anticipo sobre facturas con cesión del crédito al proveedor financiero. Permite delegar gestión de cobro y reducir riesgo.
- Confirming: es posible acceder a todas las modalidades de confirming a través del canal no bancario, tanto confirming standard, como pronto pago como post financiación, lo que permite financiar por completo el ciclo de pago a proveedores. En este caso el proceso de admisión del riesgo se basa en el rating de la empresa, así que no es apto para empresas con tensiones de liquidez o desequilibrio patrimonial, pero es una opción excelente para empresas de rating medio y alto que requieran complementar su pool bancario.
Capital (equity)
Aportación de inversores externos que buscan participar en el crecimiento de la empresa. Fundamental en fases de innovación, escalado o entrada en nuevos mercados.
Garantías y avales SGR
Permiten mejorar el acceso al crédito, tanto bancario como alternativo. Actúan como respaldo que reduce el riesgo para el financiador.
Cómo analizar bien la oferta: 6 claves para decidir
Antes de cerrar una operación, es imprescindible analizar bien cada propuesta. Estos son los 6 aspectos fundamentales que debes valorar:
- Características financieras: Importe, plazo y periodicidad de la amortización deben encajar con el flujo de caja y el uso previsto. Por ejemplo, no es aconsejable financiar con un préstamo a 6 años un activo que se amortiza en 4, ambos plazos deben coincidir para asegurar la estabilidad financiera. Otro ejemplo, financiar una compra a proveedores a 60 días cuando el ciclo operativo de la empresa es de 180 días.
- Time to funding: Es decir ¿En cuanto tiempo se completa todo el proceso? Desde el inicio del estudio de riesgo hasta la recepción de fondos por parte de la empresa. Es algo que hay que tener muy en cuenta para tener una planificación financiera adecuada, porque no todos los canales llevan a cabo las mismas tareas durante el proceso y, por tanto, tienen un time to funding diferente.
- Condiciones económicas: Comisiones, intereses, gastos de formalización, vinculaciones... muchas entidades no lo presentan claro, así que conviene pedir un desglose completo de todos los gastos asociados a la operación calcular la TAE o tasa anual equivalente, que vendría a ser el coste financiero anual.
- Formalización del contrato: Puede ser notarial (más lento y costoso, pero con más fuerza legal) o privado (más ágil, sobre todo si es electrónico y con mejor fuerza juridica). El proceso de formalización es clave para evaluar correctamente a un proveedor financiero. También es importante saber si el desembolso de la financiación se producirá en el momento de la firma o después de esta hay que completar alguna fase más para recibir los fondos.
- Forma de pago ¿Transferencia, pagaré o adeudo SEPA? ¿Cómo pagarás la financiación? Cada opción tiene implicaciones diferentes en términos de control y gestión de pagos, así que es fundamental conocer cómo se debe atender al deuda contraida porque en el ámbito no bancario, la variedad es bastante amplia.
- Garantías: Algunas entidades exigen aval personal de los socios, otras aceptan garantías reales o recurren a las SGR. Este punto es clave para proteger el patrimonio de los socios y administradores.
Cómo combinar financiación bancaria y alternativa
El objetivo no es sustituir la financiación bancaria, sino complementarla inteligentemente. La banca sigue siendo útil para la operativa del día a día: pólizas de crédito, pagos recurrentes, cobros domiciliados. La financiación alternativa brilla cuando se trata de inversión, expansión, innovación, liquidez puntual o diversificación del riesgo.
Un ejemplo habitual de combinación eficiente:
- Factoring privado para cubrir circulante.
- Préstamo Enisa para financiar crecimiento a largo plazo.
- Línea bancaria para necesidades operativas.
- Aval SGR para operaciones puntuales de mayor envergadura donde el banco no se siente cómodo sin compartir el riesgo.
Lo ideal es revisar el mix cada año, anticiparse a vencimientos y reajustar según el momento del negocio. Esta gestión activa del pool financiero mejora el acceso a nuevas fuentes y reduce la dependencia de un solo proveedor.
La financiación alternativa ya no es territorio desconocido. Se ha convertido en una pieza clave para empresas que buscan flexibilidad y estabilidad financiera en un entorno cada vez más incierto.
Entender bien los canales disponibles, conocer los productos adecuados y comparar ofertas con criterio permite a las empresas tomar decisiones más sólidas y proteger su crecimiento a largo plazo. En un entorno cambiante, diversificar fuentes no es solo una buena idea: es una estrategia de supervivencia inteligente.