12-02-2022
Cuales son las etapas del ciclo de vida de una empresa
Las empresas, a lo largo de su desarrollo, pasan por diferentes etapas parecidas a las etapas en la vida de una persona, de ahí que se denomine a estas fases ciclo de vida empresarial. No todas las empresas pasan por las mismas etapas ni lo hacen en el mismo momento, pero sí que hay patrón de desarrollo bastante común que se resume en las etapas del ciclo de vida empresarial. Pasar por todas las etapas o no, dependerá de múltiples factores, como el mercado en el que opera la empresa, su grado de especialización o el entorno macroeconómico, pero es muy importante a la hora de lanzar un proyecto al mercado, tener en cuenta en el plan de negocio como se deberían afrontar las diferentes etapas del ciclo de vida de la empresa.
Lanzamiento
La primera etapa es el lanzamiento, es el momento de constituir la empresa e iniciar el desarrollo de negocio con el fin de crecer lo antes posible y llegar el beneficio cero o break even. De forma previa al lanzamiento, como decíamos, es imprescindible haber realizado el plan de negocio porque en él se plasma cuál es el modelo de negocio y cómo va a desarrollarse, así como las necesidades de inversión y las previsiones de crecimiento. El lanzamiento no es más que poner en marcha el plan de negocio y se caracteriza por:
- Etapa de inversión: es un momento en el que prima la inversión, es decir, la empresa invierte en activos necesarios para producir, en una organización de recursos humanos, en existencias y en marketing, entre muchos otros. Financiar bien estas necesidades iniciales es fundamental para la supervivencia de la empresa porque una parte importante de ellas, no supera esta primera etapa.
- Crecimiento lento: la empresa es nueva en su mercado y su penetración suele ser lenta y progresiva. Tiene una base de clientes pequeña que debe hacer crecer rápidamente, razón por la cual la inversión en marketing y en el área comercial es fundamental y es dónde deben centrarse la mayor parte de recursos de la empresa.
- Pérdidas: La empresa consume recursos invirtiendo y haciendo crecer su base de clientes, normalmente a precios bajos porque no tiene poder de negociación con sus clientes, así que da sus primeros pasos en pérdidas contables. Es lo más normal, pero calcular con precisión cuánto tiempo va a necesitar la empresa para llegar a su punto muerto o beneficio cero, determinará las posibilidades que tiene de sobrevivir.
- Mejora continua: en esta primera fase la empresa puede testar todo lo que ha planificado en su plan de negocio: producto, marketing, finanzas, recursos humanos y modelo de negocio, entre muchos otros. En el lanzamiento es fundamental que la empresa sea flexible y aplique la metodología de prueba y error en todas sus áreas para mejorar de forma continua y llegar cuánto antes al punto muerto.
Crecimiento
Una vez la empresa ha superado la primera fase con éxito ha llegado el momento de crecer. Aunque lo habitual en esta fase es que la empresa se encuentre en beneficios, en función de sus metas a largo plazo, podría estar asumiendo todavía pérdidas con el objetivo, por ejemplo, de ser más grande y aprovechar mejor las economías de escala más adelante. Esto sucede especialmente en grandes empresas que cuentan con un soporte importante de sus accionistas para superar largos periodos sin beneficios. Planificar esta fase es fundamental desde el punto de vista económico financiero. Es aquí cuando la empresa consigue avanzar más en su desarrollo.
- Tiene cada vez más clientes y sus necesidades de inversión en marketing y ventas disminuyen porque la marca empieza a ser reconocida en el mercado.
- El poder de negociación con clientes y proveedores es mayor: al contar cada vez con un mayor volumen de negocio, la empresa mejora el poder de negociación con clientes y proveedores, a la vez que gana en eficiencia en todas sus áreas.
- Mejora sus márgenes: como consecuencia de los puntos anteriores la empresa va mejorando sus márgenes de forma progresiva porque empieza a aprovechar las economías de escala. Este hecho permite que mejore sus beneficios y por tanto su capacidad de inversión, lo que suele revertir en mayor crecimiento y rentabilidad. Este es el camino ideal.
Madurez
La madurez es la fase de estabilidad de la empresa. En esta fase la empresa deja de crecer o por lo menos ese deja de ser su objetivo principal, podemos decir que llega a su máximo de competitividad en el mercado y su objetivo es mantenerse. La empresa suele tener beneficios y una posición reconocida en el mercado frente a sus competidores.
- Es una fase de estabilidad en la que no hay grandes cambios en la empresa más allá de los necesarios para adaptarse al entorno y mantener la posición competitiva.
- Las necesidades de financiación en esta fase se reducen considerablemente porque la empresa únicamente mantiene sus activos, no hace grandes inversiones y cuenta con posiciones de liquidez generadas gracias a sus beneficios.
Renovación o declive
Después de una etapa de madurez más o menos larga, lo habitual es que un cambio en el mercado o en la propia empresa dañe la posición competitiva y empiece una fase de declive que se traduce en pérdida de facturación y márgenes de beneficio y, en consecuencia, en un incremento del endeudamiento, para hacer frente a las pérdidas. Esta etapa no tiene porqué acabar con el cierre de la empresa, pues esta puede reorganizarse e iniciar un proceso de renovación para superar los cambios de su entorno y recuperar su posición competitiva, entrando en una nueva etapa de crecimiento o madurez. En función del tamaño de la caída en la etapa previa de declive, la empresa podría tener margen para crecer de nuevo, o no tenerlo, de ahí que pueda o bien iniciar una etapa de crecimiento o bien una de madurez. Gráficamente, las etapas del ciclo de vida son las siguientes:
