Ya sea en una fase temprana o en una fase de madurez, las etapas de crecimiento son vitales para aprovechar las economías de escala, mejorar los márgenes y, en definitiva, aportar solidez a las empresas a largo plazo. Pero también esconden una cara oscura, si el crecimiento es muy rápido, pueden aparecer tensiones de liquidez más o menos importantes en función del ciclo operativo de la empresa y del ritmo de crecimiento, así que conviene gestionarlas adecuadamente.
Las etapas de crecimiento se caracterizan porque primero crecen los costes operativos como compras a proveedores e incorporación constante de personal nuevo y, posteriormente, crecen las ventas y los cobros. Ese coste anticipado es el que la empresa necesita constantemente financiar porque, mes a mes, sigue creciendo.
Puesto que en estas situaciones el gap entra pagos y cobros es negativo de forma recurrente, hay que tener preferencia por productos financieros que no generen necesidades de caja a corto plazo, pero que supongan una inyección de tesorería directa en el circuito operativo de la empresa. Estas son las mejores soluciones de crédito para empresas en crecimiento, ordenadas de mayor a menor preferencia.
Póliza de crédito
Es, con diferencia, la mejor opción de financiación a corto plazo para empresas en crecimiento, para también para cualquier otra empresa con necesidades de financiación operativa. La póliza de crédito funciona como una cuenta corriente en la que la empresa puede domiciliar cobros y pagos y emitir y recibir transferencias nacionales o interacionales hasta un cierto límite en negativo. La gran ventaja es que la empresa no debe asumir cuotas, simplemente tiene a su disposición este límite de crédito durante un periodo determinado, normalmente 12 meses, que puede renovarse de forma recurrente. El mejor canal para acceder a este producto es el canal bancario. Os dejamos con las principales características de la póliza de crédito bancaria.
Préstamos para tesorería a largo plazo
La segunda mejor opción para financiar el crecimiento es el préstamo a largo plazo, y cuánto más largo sea su plazo, mejor, esa es la clave. Es cierto que el préstamo genera necesidades de caja para cubrir las cuotas, pero éstas son mínimas si el plazo de amortización es lo suficientemente largo, de 3 a 5 años por ejemplo. Existen diferentes canales para optar a un préstamo, pero las dos mejores opciones son el canal bancario y la financiación pública, por sus reducidos costes. Os dejamos con las principales características de estas dos opciones de préstamo, el préstamo bancario y el préstamo público.
Financiación comercial
La tercera mejor opción es la financiación comercial. Se trata de anticipar cobros de clientes públicos o privados con o sin instrumento de giro. La ventaja de la financiaicón comercial es que supone un incremento de la liquidez de la empresa, porque recibe anticipadamente un cobro futuro, pero no genera necesidades de caja porque el proveedor financiero liquida la financiación a vencimiento con la recepción del cobro. En este sentido existen diferentes soluciones de financiación comercial, pero las que mejor cubren las necesidades de la empresa son el descuento comercial bancario, ya sea de adeudos domiciliados o pagarés, el factoring no bancario y el descuento de pagarés no bancario porque tiene condiciones competitivas, no consume cirbe y no es muy exigente con la calificación de crédito de la empresa. Os dejamos con las principales carácterísticas de estas dos opciones.
En resumen, utilizar los productos financieros adecuados para financiar el crecimiento es uno de los pilares básicos para llevarlo a cabo sin tensiones de liquidez, pero también lo es adecuar el ritmo de crecimiento a la capacidad de financiación de la empresa y no al revés, intentar adaptar la financiación al crecimiento, porque este orden puede hacer que las piezas no acaben de encajar bien.