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Actualizado: 03-12-2022
Qué tipos de entidad de financiación para empresas existen
A pesar de la concentración bancaria que venimos viviendo con el sector financiero en nuestro país, las empresas y proyectos no están huérfanos de entidades de financiación para cumplir con su desarrollo porque hoy en día el tejido empresarial cuenta con canales de financiación de todo tipo, algunos regulados y otros no, pero todos ellos encaminados a cubrir alguna de las necesidades que una empresa puede tener en algún momento de ciclo vital. Estos son los tipos de entidad de financiación para empresas que existen actualmente.
Los bancos son la vía de financiación para empresas tradicional y con mayor cuota de mercado en nuestro país, a diferencia de otros países, donde apenas supone un tercio de la financiación obtenida por las empresas. Pero no sólo actúan en el ámbito empresarial si no que lo hacen en todos los segmentos: banca minorista, banca privada, banca de empresas y banca de inversión. Es un canal muy regulado y su negocio principal consiste en tomar recursos financieros del mercado de capitales y del público en general para prestarlo hacía empresas, hogares y administraciones.
Se trata de una forma de financiación alternativa a sectores tradicionales como el bancario, con gran auge en los últimos años. Se trata de plataformas web que conectan empresas (o particulares) con necesidades de financiación con inversores (particulares o profesionales) con necesidades de inversión de sus excedentes de ahorro o liquidez. Este tipo de financiación, llamada crowdfunding, se inició en Estados Unidos a principios de la década de los 2000 y desde entonces no ha hecho más que crecer hasta llegar a ser regulada, en nuestro país por la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Es un tipo de entidad financiera regulada por los mismos organismos oficiales que regulan al sector bancario. Se diferencian de los bancos en el origen de sus recursos para ofrecer financiación a sus clientes, y es que sólo pueden obtenerlos de los mercados de financieros mayoristas o de sus accionistas, nunca de sus clientes. Los EFC son entidades especialistas en un producto especifico como la tarjeta de crédito, el préstamo al consumo, el leasing o el factoring, entre otros y requieren también de una autorización para poder operar, aunque con una exigencia de capital inferior a los bancos.
Existen diferentes entidades financieras que actúan como un establecimiento financiero de crédito, con recursos procedentes de los presupuestos, financiando empresas con diferentes tipos de financiación.
Las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) no conceden financiación de forma directa, pero si prestan un aval a la empresa para que pueda conseguirla en un proveedor financiero, normalmente una entidad financiera. A su vez, la SGR puede asegurar su aval total o parcialmente en una sociedad de reafianzamiento para diversificar su riesgo. En caso de impago de la financiación por parte de la empresa la entidad financiera reclamará el pago a la SGR y ésta, a su vez, a la sociedad de reafianzamiento.
Fondos de inversión
Los fondos de inversión son vehículos de inversión y financiación que canalizan el ahorro privado hacia diferentes formas de financiación, entre las que se encuentra la financiación para empresas. Si toman dinero del público general están regulados, pero si sus recursos están formados por inversores profesionales, que es lo más habitual en el ámbito de financiación para empresas, no lo están, lo que otorga a los fondos de inversión una gran flexibilidad a la hora de financiar.
Aseguradoras
Aunque no son el principal operar en el mercado si tienen una posición a tener en cuenta. Dentro de su abanico de productos y servicios, algunas compañías han incorporado formas de financiación empresarial, normalmente muy ligadas a su actividad aseguradora, especialmente los ramos de crédito, mediante el anticipo de los créditos comerciales asegurados, y caución, mediante la emisión de garantías ante terceros para participar en concursos públicos, licitaciones o el cumplimientos de contratos comerciales, un producto en el que las compañías aseguradoras destacan especialmente ofreciendo soluciones de nicho con ventajas respecto a soluciones parecidas en otros canales. En cuanto al ámbito de garantías ofrecidas por las aseguradoras encontramos tanto de perfil financiero como económico o técnico.
Se trata de inversores privados, nacionales o internacionales y de cualquier tipo, persona física o jurídica, que invierten en deuda empresarial o capital de forma directa. La variedad es realmente amplia en este caso porque es un sector no regulado desde el punto de visa financiero.
El funcionamiento básico de las cooperativas de crédito es muy similar al de los bancos, toman dinero del público en general para prestarlo a particulares y empresas, a cambio de un margen y asumiendo el riesgo de crédito si bien, al ser una cooperativa de crédito, su prioridad es atender las necesidades financieras de sus socios. A efectos, prácticos, cuando una empresa o particular quiere operar con este tipo de entidades debe, obligatoriamente, hacerse socio de ella, así que la cooperativa da prioridad a sus clientes/socios que, como norma general, pertenecen a un colectivo profesional (Cooperativas de Colegios Profesionales) o a un área geográfica (Cajas Rurales).
Las cajas de ahorro podemos decir que son una especie en extinción, si antes de la crisis financiera global de 2008 eran uno de los operadores clave en el sector financiero español con 47 entidades operativas, hoy su presencia ha quedado reducida a sólo dos Cajas de Ahorro porque fueron obligadas a convertirse en bancos o bien fueron vendidas a bancos, así que la oferta de financiación para empresas con este tipo de entidades es escasa, pero existe, aunque muy localizada.
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