Qué son y cómo calcular los timbres
Los timbres están presentes en el día a día de las empresas, ya sea para el descuento de pagarés o para abonarlos a vencimiento, para el endoso de cheques o letras de cambio. Los timbres gravan las operaciones de giro de las empresas por esta clásica vía de pago, que, a pesar de la llegada de las nuevas tecnologías, mantiene una alta aceptación para saldar transacciones comerciales entre empresas, así que conviene conocer todos sus detalles.
Qué son los timbres
La Ley Cambiaria y del Cheque otorga unas características especiales a letras, cheques y pagarés, haciéndolos especialmente privilegiados y convirtiéndolos en una de las formas de cobro más seguras, por la facilidad de acudir a la vía ejecutiva si resulta el impago en la vía amistosa. Estos efectos, además de tener una alta seguridad como instrumento de giro, pueden transmitirse entre empresas, y cada transmisión supone el pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD), más comúnmente conocido como timbres. En concreto, los timbres afectan a letras, cheques y pagarés a la orden, pues los pagarés no a la orden no están sujetos a tasas, lo que formalmente impide su endoso, aunque no su cesión como crédito.
Cómo calcular los timbres
Los timbres se calculan siguiendo la siguiente tabla en función del importe del efecto. Por ejemplo, para un pagaré de 1.800 euros, se liquidarán 8,41€ en timbres, así de sencillo.
Por lo que exceda de 192.323,88 euros los timbres se incrementarán en 0,018 céntimos por cada 6,01 euros. Como se observa es una tabla bastante antigua que ha heredado sus cifras en pesetas, aunque sigue siendo igual de válida.
En un post anterior ya habíamos hablado del pagaré de forma extendida, y conviene conocer bien su funcionamiento porque es una de las formas de cobro que ayuda a reducir la morosidad y tener visibilidad sobre las fechas efectivas de cobro. Además, por su amplia aceptación, el pagaré, tiene muchas vías de financiación disponibles en el mercado, tanto financiación bancaria como financiación no bancaria, lo que lo convierte en una poderosa herramienta de financiación que no conviene perder de vista.
