Qué impacto tienen los tipos de cambio en la cuenta de resultados
Si estás familiarizado con el área financiera de la empresa ya sabes que los tipos de cambio juegan un papel fundamental en la estructura de ingresos y gastos, especialmente cuando oscilan con mucha volatilidad, convirtiéndose en un riesgo a considerar en empresas importadores y exportadoras. Hoy os traemos un ejemplo práctico con un modelo financiero clásico que mide el impacto numérico de los tipos de cambio en la cuenta de resultados.
El modelo es bastante sencillo, pero muy práctico. Sus premisas son las siguientes:
- La empresa importadora y/o exportadora opera con una sola divisa. En este ejemplo utilizaremos el par €/$.
- El porcentaje de exportaciones afecta a la partida de ventas.
- El porcentaje de importaciones afecta únicamente a la partida de aprovisionamientos.
- Se comparan, monetariamente, diferentes escenarios con diferentes tipos de cambio y ponderaciones de importaciones y exportaciones.
Los resultados son sorprendentes si la divisa es muy volátil y la empresa está muy expuesta al mercado internacional, lo veremos con diferentes ejemplos. Imaginemos una empresa que no importa ni exporta porque todo su mercado es nacional y que tiene márgenes interesantes, factura 10 millones de euros y su cuenta de resultados resumida es la siguiente:
El resultado final es considerable cercano al 15% de las ventas. Ahora imaginemos dos escenarios para una empresa que importa el 50% de sus aprovisionamientos con dos tipos de cambio distintos, €/1,3$ y €/0.7$. Se trata de dos escenarios extremos: pasar de un cambio de 1,3 a 0,7 supone un descenso del 46%, y del revés, un incremento del 85%, pero nos ayudan a entender el impacto económico. Los resultados serían estos:
Los aprovisionamientos son de sólo 2.919.231€ con un tipo de cambio de 1,3 y más de un 33% superiores para un tipo de cambio de 0,7 hasta los 4.007.143€. El resultado pasa de los 1.770.577€ a 954.643€, es decir, pasamos del 18% de las ventas a tan sólo el 10%. Para una empresa importadora, por tanto, lo interesante es tener una moneda doméstica fuerte, porque permite reducir los costes. Veamos ahora que pasaría con una empresa exportadora a razón del 50% de sus ventas:
El tipo de cambio de las exportaciones tiene un impacto mayor en la cuenta de resultados porque es la partida de mayor volumen. Un tipo de cambio de 1,3, es decir, una moneda doméstica fuerte respecto al $ conlleva un ingreso final mucho menor, un 12% respecto a una empresa sin exportaciones. En cambio, un € débil respecto al $ con un tipo de cambio de 0,7, eleva las ventas por encima de 12 millones, algo más de 3 millones por encima del escenario con un cambio de 1,3 y algo más de 21% por encima del escenario central sin importaciones ni exportaciones. El beneficio final nada tiene que ver, con un € fuerte el beneficio se queda en poco más de 600.000€, mientras que con un € débil el beneficio sobre pasa los 3 millones.
Pero, ¿Qué pasaría con una empresa importadora y exportadora? Veremos un último ejemplo en el que supondremos un 100% de importaciones y exportaciones para los mismos tipos de cambio vistos hasta ahora. Los resultados son los siguientes:
Se trata de un escenario más extremo que el anterior en el que, al ser importadora y exportadora, las oscilaciones de las ventas se ven perjudicadas o compensadas por los aprovisionamientos. El resultado final es el más extremo, con un tipo de cambio de 1,3 la empresa apenas tiene un 4% de beneficio, pero para un tipo de 0,7, llega al 47%.
Este análisis demuestra cómo los tipos de cambio pueden tener un impacto significativo en la cuenta de resultados de una empresa, especialmente en aquellas que dependen en gran medida de las importaciones y exportaciones. La volatilidad de las divisas puede alterar drásticamente tanto los costes de aprovisionamientos como los ingresos por ventas, afectando el margen de beneficio de las empresas. En este contexto, la utilización de seguros de cambio es una de las estrategias más utilizadas para mitigar estos riesgos.
Los seguros de cambio son herramientas financieras que permiten a las empresas fijar el tipo de cambio para transacciones futuras. Esto proporciona una cobertura contra la volatilidad cambiaria, asegurando un tipo de cambio constante y predecible. Al utilizar seguros de cambio, las empresas pueden protegerse de movimientos adversos en los tipos de cambio, lo que les permite mantener la estabilidad de sus flujos de caja y planificar con mayor precisión sus operaciones financieras.