Qué es un Swap y cómo funciona
El Swap es un derivado financiero, también denominado permuta financiera, en el que se acuerda, mediante un contrato entre dos partes, el intercambio de flujos financieros en base a la evolución de un determinado indicador. Las partes se obligan a llevar a cabo el intercambio hasta la fecha de finalización del contrato, haciendo que el beneficio de una parte sea la pérdida de la otra, y viceversa. El contrato es gestionado normalmente por un intermediario financiero que liquida un margen de beneficio en la operación.
Cómo funciona un Swap
Parece complejo, pero en la práctica es bastante sencillo de entender. Imaginemos una empresa con inversiones financieras por 1 millón de euros que está obteniendo un tipo de interés variable del 3% por ellas, es una empresa que buscará cubrirse de una caída en los tipos de interés. Imaginemos, por otro lago, otra empresa con préstamos por valor de 1 millón de euros por los que está pagando un tipo de interés variable del 3%, las necesidades de esta empresa serán las contrarias, buscará protegerse de una subida en los tipos de interés.
Ambas empresas pueden formalizar un Swap para intercambiar sus riesgos. En este contrato fijarían un tipo de interés, pongamos del 3%, para determinar hacia qué lado de la operación irían los flujos financieros: si los tipos suben al 4%, la empresa con excedentes de liquidez pagará un 1% a la empresa con deuda, en cambio, si los tipos caen al 2%, la empresa con deuda pagará a la empresa con excedentes de liquidez un 1%. Sean cuales sean los tipos de interés, ambas empresas habrán abonado/recibido un 3% por sus préstamos/inversiones teniendo en cuenta el resultado del Swap.
En resumen, estos son los elementos que intervienen en un contrato de Swap:
- Fecha de inicio y final del contrato.
- Periodicidad de los flujos financieros: puede ser mensual, trimestral, anual o cualquier otra que las partes pacten libremente. Lo aconsejable es ajustar bien la periodicidad del Swap con la del producto financiero que se pretende cubrir.
- Importe sobre el que se van a calcular las liquidaciones.
- Índice de referencia de la parte variable: es el indicador que se utilizará para calcular las liquidaciones.
Qué tipos de Swap existen
El mercado financiero de Swaps es muy amplio y variado, de forma que existen multitud de tipos de Swap para cubrir prácticamente cualquier evento, aunque existen tres tipos básicos de Swap:
- Swap de tipos de interés: el indicador utilizado es un tipo de interés. Existen multitud de índices: Euribor, €str, Libor, letras del tesoro, etc. Es un swap utilizado en el ámbito de la inversión-financiación.
- Swap sobre divisas: el indicador utilizado es un tipo de cambio entre dos divisas. Es un swap empleado en el comercio internacional.
- Swap sobre materias primas: en este Swap el indicador es el precio de una materia prima, normalmente cotizada. Además, en estos contratos puede pactarse el intercambio de flujos financieros o el intercambio de la materia prima físico, algo habitual, por ejemplo, con los Swaps sobre el precio del barril de brent.
A tener en cuenta con los SWAPS
Los SWAPS son ampliamente utilizados por las empresas y existe un mercado financiero mundial el que cotizan todas las modalidades de SWAP, pero es un mercado no regulado, también llamado Over The Counter (OTC), en el que existen ciertos riesgos:
- Condiciones de mercado: juegan un papel fundamental en la efectividad de un swap. Factores como las fluctuaciones en las tipos de interés o en los tipos de cambio pueden influir significativamente en los beneficios esperados del swap. Cambios inesperados en el mercado pueden alterar el valor del swap, afectando la capacidad de las empresas para lograr los objetivos de cobertura o financiación previstos originalmente
- Riesgo de contraparte: Este riesgo puede generar pérdidas significativas si una de las partes no puede o no quiere realizar los pagos acordados, afectando la estabilidad financiera de la empresa involucrada.
- Complejidad del contrato: los contratos de Swap son contratos complejos en los que conviene conocer bien los términos que lo regulan y pueden ser complejos de valorar en determinadas circunstancias de mercado.