Qué es un modelo de rating y cómo funciona
Un modelo de rating es un algoritmo matemático capaz de calcular la pérdida esperada por impago de una operación de crédito, en nuestro caso la operación realizada a una empresa. Es una medida muy extendida para definir el perfil de crédito, y no sólo en el ámbito bancario, también en el ámbito asegurador y en el comercial, por lo que determina, no sólo la capacidad de acceso a la financiación empresarial, sino el poder de negociación en cualquier transacción comercial.
¿Qué elementos intervienen en el rating de una empresa?
- Estados Financieros: A pesar de tratarse de información del pasado, tiene un peso muy importante por su alta significación estadística. Los datos que intervienen en este apartado buscan medir:
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Liquidez: Capacidad de hacer frente a la deuda en el corto plazo.
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Solvencia: Nivel de capitalización y, por tanto, capacidad de supervivencia de la empresa a largo plazo
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Rentabilidad: Capacidad de generar beneficios y caja.
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Endeudamiento: Nivel de deuda de la empresa en base a su tamaño y a su capacidad de arfontarlas.
Para llegar a estas cuatro variable se utilizan múltiples ratios sobre balance y cuenta de resultados, pero todos ellos buscan resumir de una forma u otra, estos 4 datos clave.
- Endeudamiento: Obtenido de otras fuentes que no sean los estados financieros, lo habitual es tener la cirbe de la empresa. Tiene mucha importancia porque, al provenir del Banco de España, es una fuente ajena a la empresa y, además, permite cruzar esta información con información de los Estados Financieros, por lo que puede dar una idea de la veracidad de la información contable.
- Comportamiento de pago: En este apartado entra en juego, tanto la experiencia de pago obtenida directamente de la empresa por operaciones producidas en el pasado, como información obtenida de fuentes externas: Asnef, Incidencias Judiciales, Rai y otras fuentes. Es fundamental entender que si el comportamiento de pago es malo, el grifo de la financiación se cierra, sean como sean los Estados Financieros.
- Aspectos cualitativos: Se trata de otra información no menos importante como el sector de actividad, el año de constitución, el tamaño de la empresa, la ubicación o aspectos estratégicos y de gestión de la empresa. Este apartado suele tener un peso poco importante cuando hablamos de empresas pequeñas, pero es determinante en los modelos que miden el riesgo de grandes corporaciones.
- Información Micro y Macroeconómica: Esta información, ajena a la empresa, actúa como grifo regulador de un modelo de rating, de forma que, en un entorno desfavorable, se ajusta el modelo para hacerlo más exigente y, viceversa, se ajusta para hacerlo más tolerante en un entorno favorable
¿Hacia dónde van los modelos de rating?
El uso masivo del entorno digital ha dado paso a nuevas fuentes de información y una nuevas formas de gestionarlas, el Big Data, este rastro digital, que pasa, no sólo por el comportamiento en redes sociales sino también, por el historial en Amazon, por ejemplo, entra formando parte de un modelo de rating con información mucho más actualizada que los Estados Financieros tradicionales, y con una cantidad de información mayor, por lo que con mayor significación.
Por otro lado, ha irrumpido una nueva forma de analizar el comportamiento de pago, la tecnología Screen Scrapping, que permite a la entidad el acceso a todas las cuentas bancarias y su análisis, mediante autorizáción electrónica, obteniendo información muy actualizada y más precisa. Esta mayor precisión derivada de una información de mejor calidad, derivará en poder medir mejor la pérdida esperada en los niveles de rating más bajos que hoy son rechazados por los modelos clásicos.