Los mejores préstamos bancarios para las empresas
Los préstamos bancarios para empresas son una de las mejores opción de financiación a largo plazo, porque su coste financiero es atractivo en el actual entorno de tipos de interés ultrabajos, y porque permiten plazos de amortización adaptados a la realidad de la empresa y sus proyectos. Hoy os contamos los tipos de préstamos bancarios para empresas que es posible encontrar en el mercado en función de la inversión a realizar, las garantías que es posible aportar y las modalidades de amortización, así como lo que hay que saber en cuanto a los préstamos bancarios para empresas y sus requisitos.
Préstamos bancarios para empresas según el destino de los fondos
- Préstamos para inversión: cuando se destinan a comprar activos, ya sean tangibles o intangibles, como maquinaria, vehículos, software o incluso la compra de otras empresas. Se trata de préstamos que tienen su contrapartida en el activo no corriente o activo fijo del balance de la empresa.
- Préstamos para liquidez: la financiación de destina a restablecer la posición de tesorería de la empresa o a cubrir un desajuste previsible.
- Préstamos para expansión nacional o internacional: se trata de préstamos que van destinados al crecimiento de la empresa, por lo que se invierten en personal, actividad comercial, apertura de nuevas delegaciones u otro tipo de inversiones en marketing y promoción.
- Préstamos para refinanciación: cuando la empresa tiene dificultades para atender las cuotas de sus préstamos en vigor, el préstamo para refinanciación permite adaptar las cuotas a la realidad de generación de caja de la empresa, adaptando el plazo o los periodos de carencia. Lo habitual es que los préstamos de refinanciación sean muy exigentes en cuanto a la presentación de garantías, y suelen tener, como norma general, un coste financiero elevado.
Préstamos bancarios para empresas según las garantías
- Préstamos sin avales: la empresa es garantía suficiente para hacer frente a los pagos, de forma que no requiere garantías adicionales. En estos casos la empresa tiene una elevada calificación crediticia y el coste financiero asociado al préstamo es muy bajo.
- Préstamos con avales: supone incorporar un fiador, que puede ser una persona física o bien otra empresa, que respondería de la deuda en caso de que la empresa no pudiera hacerlo. Lo habitual en estos casos es que los propios socios de la empresa ofrezcan su garantía personal, o bien una sociedad patrimonial propiedad de estos, aunque también es habitual en las relaciones matriz-filial, cuando la filial es avalada por la matriz, especialmente en sus etapas iniciales de actividad. En estos casos lo habitual es instrumentar el aval mediante una comfort letter.
- Préstamos hipotecarios: cuando la financiación se destina a un activo inmobiliario éste sirve de garantía al préstamo, lo que permite a la empresa acceder a plazos de amortización mucho más largos que sin ella.
- Préstamos con pignoración: se trata de préstamos que están garantizados por un activo, que se liquida contra el préstamo en caso de impago. En el caso de los préstamos bancarios lo normal, en España, es la pignoración de depósitos bancarios, fondos de inversión, otros activos financieros o derechos de cobro, aunque fuera de España es habitual pignorar stocks y otros activos no tan líquidos.
- Préstamos con garantía de una SGR: las sociedades de garantía recíproca, como Avalis o Iberaval, ofrecen su garantía hasta un cierto importe, total o parcial, si el banco concede un préstamo a la empresa, lo que permite a ésta acceder a más financiación.
- Préstamos en cofinanciación: son parecidos a los préstamos con garantía de una SGR, pues también permiten ampliar la capacidad de financiación de la empresa, pero no se instrumenta mediante un aval sino que el préstamo es otorgado por más de un financiador. Es el caso de algunos préstamos ICO canalizados a través de los bancos y los préstamos sindicados, donde más de un banco concede un préstamo a la una empresa en un mismo acto.
Préstamos bancarios para empresas según la amortización
- Préstamos sin carencia: es el préstamo bancario para empresas más habitual, el que se amortiza desde la primera cuota.
- Préstamos con carencia: se trata de aquellos préstamos que tiene un periodo inicial en que no se amortiza capital y/o intereses para adaptar las cuotas a la realidad de generación de caja de la empresa.
- Préstamos de amortización constante: la parte de amortización de cada cuota es constante, por lo que la cuota total es decreciente a medida que los intereses se van reduciendo, también es llamado método de amortización alemán.
- Préstamos de cuota constante: la cuota final es constante, mientras la parte de amortización de cada cuota es creciente, la parte de intereses es decreciente, y la suma de ambas constante a lo largo de la vida del préstamo. También se conoce como método de amortización Francés y es el más utilizado por los bancos porque es el que mayor TAE proporciona.
- Préstamo bullet o balloon: se trata de préstamos en los que sólo se liquidan intereses a cada cuota y la devolución del capital es íntegra en la última cuota. Suelen ser préstamos a plazos cortos de uno o dos años, aunque en función de las necesidades y calidad crediticia de la empresa, es posible conseguirlo a plazos mayores. Este tipo de préstamo es el que menor coste financiero tiene en términos de TAE, puedes comprobarlo con la calculadora de préstamos profesional para empresas que tenemos en nuestra tienda online.
Requisitos de los préstamos bancarios para empresas
Los préstamos en general, y los bancarios en particular, son los más exigentes con la empresa para ser concedidos porque llevan asociados un plazo de amortización más largo que cualquier otro tipo de financiación de circulante. Los requisitos van muy ligados a la solvencia a largo plazo de la empresa y su capacidad de generar liquidez a largo plazo:
- Calificación crediticia de la empresa elevada: que debe demostrar un grado de solidez financiera a largo plazo suficiente para cubrir los compromisos derivados del préstamo. Es especialmente importante, en este sentido, la evolución pasada del cash flow de la empresa y el nivel de endeudamiento actual. Este requisito es necesario para acceder a todos los préstamos excepto los préstamos de refinanciación que, a cambio, suelen tener condiciones económicas muy exigentes.
- Garantías suficientes: cuando la calificación de la empresa no sea suficiente, será necesario ofrecer garantías adicionales que sirvan para cubrir el préstamo en el caso de que la empresa no pueda hacerlo, y en este caso, este requisito es también válido para los préstamos de refinanciación.
- El destino de los fondos debe ser claro y coherente, y los flujos de caja que puedan derivarse de la inversión a la que se destina el préstamo, creíbles y realistas, en la medida que estos parámetros se puedan justificar, se facilita el acceso al préstamo.
Préstamos para empresas
Puedes acceder a préstamos para empresas a través de bancos, pero a también a través de diferentes opciones de financiación no bancaria. A continuación te mostramos todas las opciones del mercado, ordenadas por el Índice Financlick, que es nuestra valoración de cada opción teniendo en cuenta diferentes criterios como la flexibilidad del producto, la facilidad de acceso, las condiciones económicas y la calidad en el servicio del proveedor financiero.