La financiación bancaria para empresas seguirá en buen tono en 2018
La semana pasada se publicó la encuesta sobre préstamos bancarios que el Banco de España realiza con carácter trimestral, y de ella se desprende que la financiación para empresas se mantuvo estable en el cuarto trimestre de 2017. La encuesta, de carácter nacional y europeo, coordinada por el BCE, se realiza en España a un conjunto significativo de entidades para tener una perspectiva de cómo se ha comportado la oferta de crédito y la demanda recibida por parte de las entidades.
En términos generales, los criterios de aprobación del crédito a empresas se mantienen sin apenas variaciones en los últimos tres meses del año pasado, sólo se notó una ligerísima disminución de las operaciones denegadas, de carácter poco significativo.
Las entidades, en general, afirman haber notado una mejora en las condiciones de acceso a los mercados mayoristas y minoristas y, por otro lado, aseguran que las medidas regulatorias han favorecido un aumento en sus niveles de capital y sus activos ponderados por riesgo, pero este hecho no ha tenido apenas impacto en la oferta de crédito para empresas.
En cuanto a las condiciones económicas, las nuevas operaciones de financiación se mantienen apenas sin cambios en términos agregados, si bien se observa, en la información detallada, un ligero descenso del margen aplicado a las pymes, y un ligero aumento a las grandes empresas.
En el lado de la demanda de crédito para empresas apenas hubo cambios en España, pero sí hubo un ligero repunte en la Unión Europea, aunque no se anticipan cambios significativos durante el primer trimestre de 2018.
En cuanto a los factores que influyeron positivamente en la demanda de crédito de las empresas han sido, por un lado la inversión en activos fijos, por otro lado la financiación de circulante por crecimiento y,por último, los bajos tipos de interés.
Por el lado de los factores que influyeron negativamente en la demanda de crédito empresarial destacan, la financiación interna de la propia empresa, los procesos de fusión o reestructuring empresarial y, por último, la financiación no bancaria como factor más influyente, que sigue abriéndose hueco en un entorno de reducción de la capacidad instalada de los bancos.
En resumen, nos se esperan grandes cambios para el primer trimestre de 2018, hay una oferta estable de financiación bancaria para empresas y en buenas condiciones económicas, gracias a unos tipos de interés en mínimos históricos que animan a las empresas a invertir en activos fijos para crecer y que necesitan apoyar este crecimiento en financiación de circulante adicional, que no sólo están consumiendo en el canal bancario, sino que cada vez más en el no bancario y en la propia autofinanciación, hecho muy relevante porque significa que las empresas tienen rentabilidad positiva y pueden financiar, con recursos propios, una parte de su crecimiento.
Así que sigue siendo un momento excelente para invertir en proyectos, aunque con cautela porque el ritmo de crecimiento podría empezar a moderarse a partir del año que viene, pero mientras eso llega, hay dinero barato esperando a llegar a las empresas.