
El valor terminal es el valor estimado de una empresa, proyecto o activo al final del periodo proyectado en un análisis financiero. Se utiliza principalmente en modelos de valoración mediante flujos de caja descontados (DCF), ya que permite capturar el valor de todos los flujos de caja futuros más allá del horizonte temporal de la proyección.
El valor terminal representa una parte significativa del valor total en muchos modelos financieros, especialmente en negocios con vida indefinida o crecimiento estable. Se calcula al final del periodo de proyección explícita (normalmente de 5 a 10 años) y se descuenta al valor presente junto con los flujos de caja anuales.
Existen dos métodos principales para calcularlo
Modelo de crecimiento perpetuo (Gordon-Shapiro)
Valor Terminal=FCFn+1/(r−g)
Donde:
Múltiplos de mercado
Se aplica un múltiplo (por ejemplo, EV/EBITDA) al resultado proyectado del último año para estimar el valor terminal en base a transacciones comparables.
El valor terminal es muy habitual en análisis de inversiones, valoración de empresas y toma de decisiones estratégicas, aunque es un concepto algo abstracto y sobre el que existe cierta controversia debido a las dificultades para demostrar su veracidad.