
Un swap de divisas es un contrato financiero mediante el cual dos empresas intercambian flujos de efectivo en diferentes monedas durante un plazo acordado. Esta herramienta es especialmente útil para empresas que operan en mercados internacionales, ya que les permite protegerse frente a la volatilidad del tipo de cambio.
Por ejemplo, una empresa española que exporte maquinaria a EE.UU. y tenga ingresos en dólares puede firmar un swap de divisas con una compañía estadounidense que tenga compromisos financieros en euros. Ambas partes intercambian flujos de efectivo en sus respectivas monedas, protegiéndose así del riesgo cambiario.
Este instrumento es especialmente importante en sectores con operaciones internacionales recurrentes, como la industria exportadora, el comercio exterior o la construcción de infraestructuras globales. El swap de divisas permite prever con exactitud el flujo de caja futuro en la moneda local, facilitando la planificación financiera.