
La subrogación de crédito es una operación financiera que consiste en el cambio de uno de los elementos del contrato de un préstamo (normalmente la entidad prestamista o el titular del crédito).
En el ámbito empresarial, la subrogación se utiliza para mejorar las condiciones de financiación, como reducir el tipo de interés, ampliar plazos de amortización o eliminar comisiones elevadas. También es común en la transmisión de activos inmobiliarios, donde el comprador asume la hipoteca existente.
Una empresa que firmó un préstamo a un tipo de interés del 4% puede subrogarlo a otra entidad financiera que ofrezca mejores condiciones, reduciendo así sus costes financieros.