
El split de acciones es una operación fiannciera mediante la cual una empresa divide el valor nominal de sus acciones en partes más pequeñas, incrementando el número total de acciones en circulación sin modificar el valor total del capital social.
Este tipo de operación se emplea para facilitar el acceso a las acciones de una empresa cuando su precio ha crecido significativamente, haciendo que resulten menos accesibles para pequeños inversores. Un split no afecta el valor patrimonial del accionista, pero puede incrementar la liquidez del valor en el mercado.
Para las empresas que buscan ampliar su base de inversores, un split estratégico puede ser clave. Al facilitar que más inversores accedan a sus títulos, se incrementa la demanda potencial y, en consecuencia, se puede mejorar la estabilidad de la acción.
Ejemplo: En 2020, Apple realizó un split de 4:1, lo que redujo el precio unitario de sus acciones sin afectar el valor total de los accionistas, logrando así atraer nuevos inversores minoristas.