
El socio silencioso es un inversor que aporta capital a una empresa sin participar en su gestión operativa ni en las decisiones estratégicas. A cambio de su inversión, el socio silencioso recibe una parte proporcional de los beneficios.
Este modelo de financiación es común en negocios familiares, proyectos emprendedores y empresas en crecimiento que desean obtener capital sin diluir el control de los gestores actuales. Aunque el socio silencioso no interviene en la dirección de la empresa, su aportación económica puede ser clave para el desarrollo del negocio. El socio silencioso suele tener participaciones pequeñas en la empresa, de ahí que no tenga peso en las decisiones.