
La política monetaria son aquellas actividades que llevan a cabo los bancos centrales para controlar la cantidad de dinero en circulación y los tipos de interés con el fin de mantener la estabilidad económica. El objetivo principal de la política monetaria es controlar la inflación, fomentar el crecimiento económico y estabilizar el empleo, aunque cada Banco Central tiene sus propios objetivos.
Existen dos tipos principales de política monetaria:
El principal organismo encargado de aplicar la política monetaria en la UE es el Banco Central Europeo (BCE), mientras que en Estados Unidos es la Reserva Federal (Fed).
Las herramientas más utilizadas en la política monetaria son:
La política monetaria tiene un impacto directo en factores como el tipo de cambio, el coste del crédito y el comportamiento de los mercados financieros, de forma que es fundamental para garantizar el equilibrio económico.