
Los pagos invisibles son transacciones de pago que se realizan de forma automática y sin intervención física del usuario en el momento del pago. Este concepto surge gracias a la integración de tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), la biometría, los pagos móviles y los sistemas de reconocimiento, y busca ofrecer una experiencia de compra fluida, sin interrupciones ni pasos visibles de pago.
En los pagos invisibles, la transacción se produce en segundo plano: el usuario consume un producto o servicio y el sistema realiza el cobro automáticamente mediante un medio de pago previamente configurado.
Uno de los casos más conocidos de pagos invisibles es Amazon Go, donde los clientes acceden a la tienda, cogen los productos que desean y salen sin pasar por caja. Sensores y cámaras detectan qué ha comprado y cargan el importe directamente en la cuenta del usuario.
Este modelo se está extendiendo también al sector del transporte, aparcamientos, peajes o plataformas de movilidad como Uber, donde el pago se ejecuta automáticamente al finalizar el servicio, sin necesidad de intervención manual.
Los pagos invisibles son una tendencia creciente en comercio electrónico, retail y movilidad urbana, y representan un paso más hacia la automatización total de la experiencia de usuario.