
El Open Banking, o banca abierta, es un sistema financiero que permite a los clientes compartir de forma segura sus datos bancarios con terceros a través de interfaces de programación de aplicaciones (APIs). Esta innovación permite que nuevas plataformas digitales ofrezcan servicios financieros personalizados basados en la información del cliente.
El Open Banking fue impulsado en Europa con la implementación de la PSD2 (Directiva de Servicios de Pago), que obliga a los bancos a proporcionar acceso a terceros bajo el consentimiento del cliente. Esto ha favorecido el desarrollo de soluciones financieras más ágiles e innovadoras.
Entre sus beneficios se destacan:
Por ejemplo, mediante Open Banking, una aplicación puede ofrecer análisis de gastos, comparar ofertas de préstamos o recomendar inversiones utilizando los datos financieros del cliente.