
El Loan to Value (LTV) es un indicador que mide la relación entre el importe de un préstamo hipotecario y el valor del inmueble que lo garantiza. Se expresa en porcentaje y es clave para evaluar el riesgo de la operación.
Un LTV del 80% significa que el importe financiado cubre el 80% del valor tasado del inmueble, mientras que el cliente aporta el 20% restante como entrada. Cuanto menor sea el LTV, menor será el riesgo para el banco, lo que puede traducirse en mejores condiciones financieras.
Por ejemplo, un LTV del 50% indica que el cliente ha aportado la mitad del valor del inmueble, reduciendo considerablemente el riesgo para la entidad financiera, que obtendría un valor alto en caso de ejecutar el inmueble.