
La liquidez inmediata mide la capacidad de una empresa para afrontar sus deudas más inmediatas utilizando únicamente sus recursos más líquidos, como el efectivo en caja o en cuentas bancarias.
Este indicador es especialmente relevante en sectores con alta volatilidad, donde disponer de liquidez inmediata es crucial para afrontar pagos urgentes. Fórmula:
Una liquidez inmediata elevada puede ser una señal de buena gestión del efectivo, pero mantener demasiados recursos inmovilizados también puede implicar que la empresa está desaprovechando oportunidades de inversión o expansión.