
Un fondo de titulización es un vehículo financiero que agrupa activos como hipotecas, préstamos o créditos, y emite valores respaldados por dichos activos para que puedan ser adquiridos por inversores. Estos instrumentos son muy utilizados por bancos e instituciones financieras para transferir el riesgo crediticio y obtener liquidez inmediata.
Los activos que forman parte del fondo generan flujos de caja que se utilizan para pagar a los inversores que han adquirido los valores emitidos. Este sistema permite transformar activos ilíquidos, como hipotecas, en instrumentos financieros negociables.
Los fondos de titulización se dividen en distintos tramos según el nivel de riesgo que asume cada inversor. Los tramos superiores (senior) ofrecen menor riesgo y mayor prioridad de cobro, mientras que los tramos inferiores (junior) asumen mayor riesgo, pero también ofrecen rendimientos potencialmente más elevados.
Por ejemplo, una entidad financiera que ha concedido numerosas hipotecas puede agruparlas en un fondo de titulización y vender esos activos a inversores. Esto le permite obtener liquidez sin esperar a que los clientes vayan devolviendo sus préstamos.