
El fondo de maniobra es un indicador financiero que mide la capacidad de una empresa para afrontar sus obligaciones a corto plazo utilizando sus recursos de circulante o corto plazo también. Se calcula mediante la diferencia entre el activo corriente (como caja, cuentas por cobrar e inventarios) y el pasivo corriente (como proveedores, deudas a corto plazo y otros compromisos inmediatos).
Fórmula del fondo de maniobra:
Un fondo de maniobra positivo indica que la empresa tiene un excedente liquidez para cubrir sus pagos inmediatos, lo que proporciona estabilidad financiera y permite afrontar imprevistos. Por el contrario, un fondo de maniobra negativo puede ser señal de problemas de liquidez, lo que podría derivar en dificultades para cumplir con los pagos a proveedores o empleados.
El fondo de maniobra es especialmente relevante en empresas con ciclos productivos largos o que operan en sectores con alta estacionalidad, ya que ayuda a gestionar el flujo de caja y planificar las necesidades de financiación. Una gestión eficiente del fondo de maniobra es clave para mantener el equilibrio entre liquidez y rentabilidad.