
El descuento de flujos de caja (DFC) es un método de valoración utilizado para determinar el valor actual de un activo, empresa o proyecto, a partir de los flujos de caja futuros estimados, actualizados a una tasa de descuento que refleja el riesgo y el coste del capital.
La lógica detrás del DFC es que el dinero tiene un valor temporal, es decir, un euro hoy vale más que un euro en el futuro. Por ello, los flujos de caja que se espera recibir en los próximos años deben ser actualizados al presente para conocer su valor actual, una vez aplicada la tasa de descuento, tal y como funciona el modelo del Valor Actual Neto (VAN).
El DFC es ampliamente utilizado en la valoración de empresas, inversiones en activos productivos, análisis de proyectos, valoración de marcas y decisiones de financiación. Uno de los elementos más críticos del modelo es la estimación de la tasa de descuento, que suele basarse en el WACC (Coste de Capital Medio Ponderado) o en la tasa exigida por los inversores.
Por ejemplo, una empresa espera generar flujos de caja de 100.000 € anuales durante 5 años, y aplica una tasa de descuento del 8%. El DFC permite calcular cuánto valen hoy esos ingresos futuros.