
El crowdlending es una forma de financiación colectiva en la que múltiples inversores prestan dinero directamente a empresas a través de plataformas digitales. Este modelo se ha consolidado como una alternativa flexible para pymes que buscan financiación sin recurrir a la banca tradicional.
A diferencia del crowdfunding de recompensas o de donación, el crowdlending implica la devolución del capital prestado junto con los intereses pactados. Las empresas que recurren a este sistema suelen presentar sus proyectos en plataformas especializadas, donde los inversores evalúan el nivel de riesgo antes de prestar su dinero.
Por ejemplo, una empresa tecnológica que necesita 50.000 euros para el desarrollo de un nuevo software puede presentar su proyecto en una plataforma de crowdlending. Los inversores interesados aportan pequeñas cantidades hasta alcanzar el importe solicitado, y la empresa devuelve el dinero con intereses según el calendario pactado.
El crowdlending es especialmente útil para empresas con buen potencial de crecimiento que necesitan ampliar sus fuentes de financiación por que los bancos han llegado a su techo en el pool bancario.