
El cash pooling es una técnica financiera utilizada por grupos empresariales o corporaciones para centralizar la gestión de su liquidez. Su principal objetivo es optimizar el saldo de tesorería consolidando los fondos de distintas filiales o cuentas en una única cuenta matriz, generalmente gestionada por la empresa matriz o por un banco.
Esta técnica permite reducir costes financieros, minimizar el pago de intereses y facilitar la cobertura de déficits de tesorería entre empresas del mismo grupo. Por ejemplo, si una filial tiene un saldo positivo y otra presenta un déficit, el cash pooling permite compensar ambas situaciones sin necesidad de recurrir a financiación externa.
El cash pooling es especialmente beneficioso para empresas con operaciones internacionales, ya que mejora el control del flujo de caja y reduce la necesidad de financiación externa costosa. Sin embargo, su implantación requiere un sistema eficiente de control financiero y una adecuada coordinación entre las filiales.
Este sistema es común en grandes corporaciones multinacionales que buscan maximizar el rendimiento de sus recursos financieros mediante una gestión centralizada de la liquidez.