
El activo no corriente se refiere a los bienes y derechos que posee una empresa y que no están destinados a la venta inmediata, sino que se utilizan en la actividad empresarial durante un plazo superior a un año. Suelen representar inversiones a largo plazo y son esenciales para el funcionamiento operativo de la empresa.
Los activos no corrientes se dividen principalmente en tres categorías:
Por ejemplo, si una empresa de transporte adquiere una flota de camiones, estos se consideran activos no corrientes, ya que se usarán durante varios años en su actividad.