Fuentes de financiación empresarial
Hoy nos toca hablar largo y tendido de los tipos de financiación empresarial existentes en el mercado y a los que la empresa puede acudir si busca fuentes de financiación para un proyecto empresarial o para cubrir sus necesidades de flujo de caja. Aquí están todas las fuentes de financiación de deuda existentes, y hablaremos, en otro post, de las mejores fuentes donde obtener capital, pero hoy nos centramos en la deuda pura.
Bancos
Los bancos son la vía de financiación para empresas tradicional y con mayor cuota de mercado en nuestro país, a diferencia de países como Estados Unidos o Reino Unido, donde apenas supone un tercio de la financiación obtenida por las empresas, en España supone, aproximadamente el 90%, aunque en los últimos años este porcentaje se ha ido reduciendo.
La banca canaliza el ahorro minorista hacia las empresas, y se financia en el mercado de capitales y, además, gracias a los instrumentos de política monetaria y otros instrumentos, lo que hace que esté muy conectado con la evolución de los mercados financieros. El canal bancario está altamente regulado y supervisado, tanto a nivel nacional como a nivel europeo, hecho que reduce su flexibilidad y agilidad en muchos ámbitos, entre ellos el de financiación para empresas.
Así que los bancos son un canal excelente donde obtener financiación para empresas, y en ellos la empresa encontrará un abanico muy amplio de productos, tantos para financiación de circulante como de inversiones a largo plazo, ya sea en activos o proyectos de expansión.
Crowdlending
El crowdlending es una de las herramientas de financiación alternativa para empresas más eficiente del mercado y permite a la empresa acceder al crédito que necesita gracias a la aportación de multitud de pequeños inversores que prestan su ahorro a cambio de una rentabilidad, todo a través de una plataforma online que se encarga de gestionar el estudio de la empresa, la formalización de operaciones, y los cobros y pagos derivados de cada operación.
Desde su aparición en España en 2009, el número de plataformas operativas ha crecido de forma notable, si bien, no todas tienen el mismo nivel de madurez ni solidez, lo que genera muchas diferencias entre ellas, especialmente en cuanto a la capacidad para completar las operaciones.
Por ahora son sensiblemente más caros que los bancos, pero son un excelente canal por donde completar la financiación, tanto de corto como de largo plazo, con la gran ventaja de que la financiación contratada a través de este tipo de plataformas no computa en cirbe.
Las plataformas de crowdlending están reguladas por la Ley 5/15 de Fomento de la Financiación Empresarial que regula, entre otros, las limitaciones operativas de los inversores, el tipo de plataformas a las que afecta la ley y los requisitos para que éstas puedan obtener la licencia para operar, siendo el organismo supervisor la CNMV en colaboración con el Banco de España.
Establecimientos Financieros de Crédito
También conocidos por sus siglas, los EFC, son entidades cuya existencia está prevista desde 1994, y que se dedican a realizar operaciones de crédito en un ámbito muy específico como el leasing, el factoring, el crédito al consumo, el crédito hipotecario, las tarjetas o los avales, entre otros productos de financiación. Su régimen normativo está recogido, fundamentalmente, en la Ley 5/2015 de 27 de Abril. En él se establecen condiciones para su creación similares a las de los bancos, aunque con exigencias de capital inferiores.
Además, la normativa tiene en cuenta las peculiaridades principales de estos establecimientos: La especialización de su actividad, que se limita a la realización de operaciones crediticias en diversas modalidades, y, por otro lado, la imposibilidad de captar depósitos del público, razón por la cual sus exigencias a nivel de capital mínimo y otras peculiaridades son menores a las del sector bancario.
Por ello, no hace falta que estén adheridos a un Fondo de Garantía de Depósitos como los bancos. Al margen de tales particularidades, su operativa está sujeta a un régimen normativo administrativo vigilado por el Banco de España similar al de las entidades bancarias, en especial en lo que se refiere a los recursos propios mínimos y a la contabilidad.
Los Establecimiento Financieros de Crédito permiten a la empresa acceder a financiación tanto de circulante como de largo plazo en condiciones competitivas y con la ventaja de que suelen ser muy ágiles y flexibles en la concesión de operaciones.
Fondos de Inversión
Los fondos de inversión son vehículos de inversión que canalizan los excedentes de liquidez de los mercados financieros, inversores minoristas, inversores institucionales, administraciones públicas o incluso bancos, tanto nacionales como internacionales, hacia formas de financiación empresarial, a cambio de una rentabilidad, y de asumir un riesgo de crédito con la empresa.
Los fondos tienen una alta capacidad de financiación por su flexibilidad para recibir liquidez de los mercados, y forman parte de los canales de financiación Direct Lending o de financiación directa. El tipo de producto que gestionan y sus condiciones, así como el tipo de compañías que financian, dependen de la política de inversión del fondo y de su regulación, que puede estar sujeta a la legislación española o a legislación internacional, normalmente más flexible con la política de inversión y gestión.
Al no estar sujetos a la normativa bancaria son capaces de dotar de más flexibilidad al ámbito de la financiación empresarial, aunque no estar sujetos a esta normativa, no implica que no cumplan con estrictos criterios internos de control de gestión.
Las empresas pueden acceder a estos fondos, tanto para obtener financiación de circulante por la vía del crédito directo o el crédito comercial, así como otras fórmulas de financiación a largo plazo como los préstamos participativos.
Financiación Privada
Se trata de inversores privados, nacionales o internacionales, que invierten en deuda empresarial de forma directa a título particular, o a través de una sociedad utilizada como vehículo de financiación y forman parte de los canales de financiación Direct Lending o de financiación directa. Los objetivos de inversión pueden ser muy amplios y comparables al de los fondos, si bien, suelen tener una capacidad de financiación más limitada al no ser vehículos abiertos al público.
Son especialistas en nichos de mercado no cubiertos por ninguna otra fuente de financiación en el mercado, y con criterios de concesión más flexibles para la empresa, que puede encontrar, en la inversión privada, operaciones especiales hechas a medida de sus necesidades de financiación de inversiones, refinanciación o derivadas de su flujo operativo de caja.
Organismos Públicos
Los Organismos Públicos son un mecanismo tradicional de financiación para las empresas en condiciones muy favorables, pues su objetivo no es obtener una rentabilidad de la inversión realizada, sino permitir que el flujo de crédito empresarial fluya con normalidad, especialmente cuando el ciclo es recesivo o en sectores estratégicos para la sociedad pero con dificultades de desarrollo.
La variedad de financiación pública disponible en el mercado es muy amplia, y la liquidez puede provenir de organismos nacionales o internacionales, especialmente a nivel europeo, pero no exclusivamente de estos.
La financiación pública es canalizada de forma directa por el propio organismo, o de forma indirecta a través del canal bancario, que tiene incentivos en conceder este tipo de financiación porque no necesita obtener liquidez del mercado mayorista para concederla, y porque suele ceder el riesgo al organismo, total o parcialmente. En los últimos años otros canales, como el crowdlending, están canalizando una parte de la financiación pública, generando competencia con los bancos.
La dotación que destinan los organismos públicos a programas de financiación depende de la capacidad recaudatoria por la vía impositiva y de los instrumentos de política monetaria, por lo que son fuentes de financiación muy sensibles al ciclo económico.
A pesar de esto, las empresas pueden financiar todo tipo de operativa con los organismos públicos, ya sea de corto o de largo plazo y, normalmente, en condiciones económicas muy favorables.
Compañías Aseguradoras
La actividad aseguradora es uno de los tres pilares de los mercados financieros junto al mercado de crédito o bancario y al mercado de valores o instrumentos financieros. Por su importancia estratégica, la actividad aseguradora está sometida a una estricta regulación y supervisión por parte de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
Dentro de su abanico de productos y servicios, algunas compañías han incorporado formas de financiación empresarial, normalmente muy ligadas a su actividad aseguradora, especialmente los ramos de crédito, mediante el anticipo de los créditos comerciales asegurados, y caución, mediante la emisión de garantías ante terceros para participar en concursos, licitaciones o el cumplimiento de contratos comerciales.
Así que, las compañías aseguradoras, con un abanico de producto un poco reducido, forman parte del ecosistema de vehículos de financiación para empresas, sin duda.