El Euribor sube en octubre, pero los tipos podrían haber tocado techo
El Euribor de octubre cierra en el 4,160% (+0,011% vs septiembre) y marca un récord que no vemos desde 2007. De esta forma, la última subida del tipo de interés del Banco Central Europeo (BCE), la del pasado 14 de septiembre, se traslada al mercado. Pero eso, podría estar llegando a su final porque, en su reunión del pasado 26 de octubre, el consejo de gobierno del BCE mantuvo el tipo de interés en el 4,5%, lo que supone la primera pausa en el endurecimiento de su política monetaria después de 10 subidas consecutivas. Las palabras concretas que utilizó Cristine Lagarde, presidenta del BCE, fueron estas:
"El consejo de gobierno decidió hoy mantener sin cambios los tres tipos de interés clave del BCE. La información entrante ha confirmado en términos generales nuestra evaluación anterior de las perspectivas de inflación a medio plazo. Todavía se espera que la inflación se mantenga demasiado alta durante demasiado tiempo y las presiones sobre los precios internos sigan siendo fuertes".
Por tanto, aunque muestra una relajación en el endurecimiento de la política monetaria, deja en el aire su próximo movimiento en función de la evolución de la inflación: mantener los tipos, reducirlos o volverlos a subir, lanzando un mensaje de alerta a los mercados, a pesar de aflojar el acelerador. Los otros dos tipos de interés clave del BCE también se mantuvieron sin cambios, el tipo de interés de facilidad de crédito a un día se quedó en el 4,75%, mientras que la facilidad de depósito a un día en el 4,00%.
El IPC de la zona euro de septiembre cerró en el 4,3%, pero se ha reducido sorprendentemente en octubre hasta el 2,9%, una cifra ya cercana al objetivo del BCE, situado en el 2% y muy lejos del 10,1% de noviembre de 2022. El consenso de analistas vaticina que los tipos empezarán a bajar en los primeros compases de 2024, cosa bastante probable si la inflación sigue cayendo a este ritmo y ninguno de los conflictos geopolíticos abiertos actualmente (Israel y Ucrania) hace cambiar la tendencia. Así que, aunque conviene estar alerta, como deja entrever con sus palabras Cristine Lagarde, posiblemente los tipos de interés estén cerca de tocar techo, si no lo han hecho ya. La siguiente pregunta sería de qué magnitud serán los recortes y cuál será su calendario, para saberlo habrá que seguir de cerca la inflación.
Mientras eso suceda hogares y familias con deuda deberán apretarse el cinturón. El caso es especialmente duro en el ámbito empresarial. La mayor parte de financiación de circulante de las empresas está referenciada al Euribor, tanto a la referencia a 12 meses como a la de 3 meses, y si es a tipo fijo suele revisarse cada año, lo que hace que los incrementos de tipos de interés se trasladen muy rápido a la cuenta de resultados, con el consiguiente incremento de los costes financieros y reducción del beneficio.
El impacto en las empresas es bastante elevado. Imaginemos una empresa que factura 10 millones de euros anuales y que, por su operativa, tiene necesidades de financiación a corto plazo o circulante de 2.500.000€, algo bastante normal en la mayoría de los sectores. Imaginemos también que esta financiación la tiene referenciada al Euribor a 12 meses más un 2%. Pues bien, mientras que en diciembre de 2021 sus gastos financieros hubieran sido de 37.470€ anuales, este año van a llegar a los 151.950€, cuatro veces más. Esto suponiendo un endeudamiento medio razonable, porque el impacto en empresas de elevado endeudamiento es tal que compromete en muchos casos su supervivencia. Por otro lado, si se confirma que estamos cerca de los primeros recortes, las empresas serán las primeras en beneficiarse.