Cómo financiar mi franquicia

El modelo de franquicia está cada vez más extendido porque facilita el emprendimiento. En este modelo, el franquiciador posee una marca que ya explota y acuerda con el franquiciado su explotación por parte de este en un determinado ámbito en el que el franquiciador no está presente, como una nueva zona geográfica, por ejemplo.

El franquiciador cobra un royaltie periódicamente sobre las ventas o beneficios del franquiciado a cambio de prestarle apoyo para explotar la marca. En ocasiones el franquiciador obliga al franquiciado a realizar determinadas compras a través de él, lo que puede suponer un sobrecoste para el franquiciado.

A pesar de tener un coste para el franquiciado, el modelo de franquicia presenta numerosas ventajas, entre las que destaca la posibilidad de emprender bajo la experiencia de una marca consolidada en el mercado, recudiendo la incertidumbre sobre la evolución del negocio.

Cómo financiar una franquicia

Para financiar una franquicia, como en cualquier otro tipo empresa, debemos tener en cuenta los momentos en los que el franquiciado debe acometer las inversiones, por un lado, y el funcionamiento del circuito operativo, por el otro. Los primeros se financiarán a largo plazo, el segundo a corto. En el caso de una franquicia tendremos, por tanto:

• Inversión inicial en la franquicia: es el importe necesario para poner en funcionamiento el negocio. Puede ser muy variable de un sector a otro, pero se financiará a largo plazo. Incluye, además de las inversiones en activos necesarios, los royalties iniciales que pudiera exigir el franquiciador.
• Renovación de activos: los activos se amortizan con el tiempo, de forma que es necesario renovarlos y financiar esta renovación correctamente. También se financiará a largo plazo cuando los activos estén amortizados. Se trata de financiación que no se encuentra en el momento inicial, pero que hay que tener en cuenta en las proyecciones financieras para valorar la viabilidad de la franquicia.
• Financiación de las operaciones: las operaciones diarias requieren financiación específica, nos referimos a financiación de cobros, pagos y liquidez a corto plazo con productos de financiación ligados al día a día operativo de la empresa como el confirming o el descuento comercial, por ejemplo.

Financiar la inversión inicial de una franquicia

Sin duda, el momento más importante para planificar la estrategia de financiación de una franquicia es el inicial, en el que hay que hacer frente a la inversión inicial exigida por el franquiciador. Ésta puede ser muy variable sobre todo debido al sector de actividad. Por ejemplo, la franquicia de una consultoría de recursos humanos requerirá una inversión mucho menor que la franquicia de un supermercado, porque la primera apenas requiere activos para mantenerse en funcionamiento y la segunda sí.

En cualquier caso, para afrontar la inversión inicial y mantener un balance solvente, se considera que entorno a un tercio de la inversión inicial la deben aportar los socios sin recurrir a financiación externa, de esta forma las necesidades de caja para atender el servicio a la deuda serán menores, garantizando mantener la liquidez estable.

De los dos tercios restantes, es muy interesante apoyar parte de la financiación en los proveedores, esto libera espacio para la financiación a través de proveedores financieros, que es donde debe dirigirse el resto de las necesidades de inversión inicial. Las tres opciones más interesantes para financiar esta inversión inicial de forma externa son el préstamo y el leasing bancario y el renting no bancario. Te dejamos con sus características principales:

Financiar la renovación de activos de la franquicia

Es muy importante, para valorar la viabilidad de una franquicia, planificar correctamente la estrategia de financiación para la renovación de los activos que necesita la empresa en su desempeño. Para determinar las necesidades de financiación para renovar activos, necesitaremos:

• Detalle de activos necesarios para el funcionamiento: contar con esta relación de activos detallada para el buen funcionamiento de la franquicia es imprescindible porque nos ayudará a adaptarla a etapas de crecimiento o contracción y conocer en todo momento las necesidades de inversión.
• Plazo de amortización contable: la amortización contable nos informa de la depreciación de los activos. Cuando estos están totalmente amortizados es necesario renovarlos. El plazo de vencimiento de la financiación debe coincidir con el de amortización contable de cada activo.

Por ejemplo, si las necesidades de activos de una franquicia son de 100.000€ y el plazo de amortización contable es de 5 años, financiaremos esta renovación con un préstamo a 5 años, de forma que al renovar los activos la franquicia habrá amortizado completamente el préstamo anterior y recuperará su capacidad de financiación. Si además una parte de esta financiación se hace con recursos propios, mucho mejor, permite reducir la tesorería ociosa y mejorar el flujo de caja neto.

Como en el caso de la inversión inicial, las mejores opciones son el préstamo y el leasing bancario y el renting no bancario.

Financiación circulante para una franquicia

Las necesidades de financiación de las operaciones diarias de una franquicia pueden ser muy diferentes en función de su sector de actividad. Puedes calcularlas desde nuestra calculadora de financiación para empresas. Para determinarlas analizaremos:

• Plazos medios de cobro y pago: determinan el importe necesario de financiación circulante. Si los cobros se producen de medio a 60 días y los pagos son al contado, la empresa requerirá más financiación que si los pagos se producen a 30 días de media.
• Formas de cobro y pago: nos permite determinar qué productos de financiación son los adecuados para la franquicia. Pueden ser muy variados: transferencia, tarjeta, Paypal, adeudos domiciliados, pagarés, letras o créditos documentarios, entre otros. Por ejemplo, el pago de una transferencia se puede financiar con una línea de confirming pronto pago.
• Plazo medio de producción y stock: al igual que los plazos medios de cobro y pago, el plazo que la franquicia necesitar para fabricar su producto o prestar su servicio, junto al tiempo que se encuentran en el almacén esperando a ser vendido, generan necesidades de financiación.

Si las ventas de la franquicia se producen a crédito, es decir, con cobro aplazado, podemos optar por las opciones de descuento comercial, factoring o anticipo de facturas, con las siguientes características:

Si lo que necesitamos es financiar pagos, como compras, nóminas, importaciones o impuestos, tenemos las opciones del confirming pronto pago, la línea de financiación de importaciones o la línea de crédito, entre los más destacados. Estas son sus características principales: