Calcular las necesidades de financiación de una empresa es algo sencillo si sabes exactamente qué información necesitas para obtenerlas, aunque en ocasiones el exceso de información contable y analítica pueda llevarnos a confusión, todas las necesidades de financiación de una empresa se reducen a dos tipos de financiación, la financiación de circulante, corto plazo o wroking capital, y la financiación de largo plazo, y entenderlas bien es vital para afrontar una correcta negociación bancaria:
- Financiación circulante: se trata de la financiación del circuito operativo de la empresa, es decir, compra a proveedores, plazo de cobro con clientes, producción, stock, gasto de personal, pago de impuestos y algunos más, y es siempre una necesidad a corto plazo, es decir, a menos de 12 meses. Esta financiación cubre el activo corriente del balance.
- Financiación a largo plazo: se trata de financiación a más de 12 meses con la que se cubren necesidades de inversión en activos tangibles o intangible u otras empresas, así como las posibles pérdidas en que pueda incurrir una empresa o procesos de expansión en los que necesita incrementar su estructura.
Para calcular las necesidades de financiación de una empresa recurriremos a información de los estados financieros, a necesidades de inversión y otros indicadores que no se obtienen de los propios estados financieros, pero si de fuentes contables y analíticas:
- Estados financieros: es necesario conocer el importe y el plazo medio de cobro y pago de las principales partidas de la cuenta de explotación: ventas, aprovisionamientos, gastos de explotación, gastos de personal y otros gastos, como los gastos financieros y cualquier otra partida que forme parte del resultado de la empresa. Cuánto mayores sean los plazos de cobro y menores sean los plazos de pago, más necesidades de financiación circulante tendrá la empresa.
- Inversión en activos: es necesario conocer las necesidades de inversión en activos fijos o activos no corriente y su correspondiente plazo de amortización. Éstos deben ser financiados con financiación a largo plazo, a un plazo igual al de amortización. Cuando el plazo de financiación es superior al de amortización la empresa necesita renovar sus activos y todavía hay deuda pendiente de los activos anteriores, cuando es al revés, la empresa está drenando demasiada liquidez con el repago de deuda.
- Otros indicadores: a la información anterior añadiremos otros datos analíticos y contables:
- Formas de cobro y pago con clientes y proveedores: esta información nos interesa para saber con qué productos de financiación cubriremos las necesidades de financiación circulante. Por ejemplo, si todos los cobros son por transferencia, no podremos utilizar el descuento comercial como producto.
- Plazos medios de stock y producción: cuanto mayores son estos dos plazos, más necesidades de financiación circulante tiene la empresa.
- Cuotas de préstamo: inciden directamente en el Cash Flow de la empresa, drenando liquidez.
- Tesorería mínima operativa: se trata de aquella tesorería mínima indispensable para mantener vivas las operaciones de circulante de la empresa. Es habitual calcularla como porcentaje de las ventas.
Si estás intentando calcular las necesidades de financiación de tu empresa o negocio te recomendamos nuestra plantilla en excel de cálculo de necesidades, se trata de una hoja de cálculo en la que, introduciendo la información anterior, obtendrás las necesidades reales de financiación circulante y financiación a largo plazo, así como la distribución de productos financieros ideal en base al caso particular de tus formas de cobro y pago. Una plantilla muy sencilla y práctica con la que, además de conocer qué financiación necesita tu empresa, entenderás a la perfección cómo influyen los indicadores en ella.