06-11-2016
Así evoluciona la financiación bancaria para empresas
1. Nueva financiación: menor coste financiero y menos operaciones.
Ya hablamos del comportamiento de la nueva financiación bancaria hasta el cierre de Julio en un post del mes de Setiembre, y las conclusiones con los nuevos datos que aporta el Banco de España en su informe son las mismas: El tipo de interés aplicado sigue su tendencia a la baja con una caída mucho mayor en el ámbito de las pequeñas empresas, que ven reducirlo en un 18% hasta el 2.65%, mientras que las medianas se benefician de un descenso del 14% y las grandes empresas tan sólo del 6% hasta el 1.84%. Por otro lado, el importe de las nuevas operaciones cae un 18%, si bien, las grandes empresas reducen su dependencia bancaria en un 32%, las pequeñas y medianas lo aumentan en un tímido 0.75%. (Ver gráficos)
2. Estructura comercial: en plena reconversión.
El resultado consolidado de la banca española en el primer semestre ha sido de 7.600 millones de euros, un 30% menos que el año anterior, esto motivado por un entorno de tipos cero que hace que los esfuerzos del sector por reducir su estructura de costes haya sido insuficiente. Después de haber cerrado 16.000 oficinas hasta las 30.000 actuales, y destruido cerca de 80.000 puestos de trabajo hasta los 190.000 actuales, la reconversión seguirá porque los resultados siguen cayendo. Eso se traduce en menos oficinas, más empleados por oficina y más clientes gestionados por cada empleado. Este cambio se está traduciendo en un peor servicio al cliente, especialmente en aquellos bancos que no están aprovechando la tecnología para hacer más eficientes sus procesos.
3. Refinanciaciones: cada vez menores.
El ratio de activos dudosos sigue en caída libre, especialmente en el segmento de empresas pequeñas y medianas, dónde se reduce más de un 20% en tasa interanual, y además, la entrada de nuevos activos dudosos es también cada vez menor, un 34% menos que en 2015. En esta línea de la cuenta de resultados la banca está consiguiendo mejoras que compensan, sólo parcialmente, la caída del margen de intereses. Pero cada vez hay menos predisposición a las reestructuraciones de deuda, por lo que conseguir una renegociación de condiciones no es tarea fácil para las empresas que actualmente tiene dificultades de pago, en definitiva los bancos lo necesitan cada vez menos, y además, a raíz de la nueva normativa contable para el sector, que ha entrado en vigor este año, el coste de provisionar es mayor cuando un préstamo se clasifica como refinanciado, lo que se traduce en menos apetito por renegociar.